sábado, 13 de abril de 2013

El petróleo como motor y corazón de la industria


El petróleo ha sido utilizado desde la temprana historia del hombre como combustible para el fuego, y para la guerra . Su gran importancia para la economía mundial se desarrolló, sin embargo, de manera muy lenta, siendo la madera y el carbón los principales combustibles utilizados para calentar y cocinar, y el aceite de ballena el preferido para iluminación, hasta ya entrado al siglo XIX.


Una temprana industria petrolera apareció en el siglo VIII cuando las calles de Bagdad fueron pavimentadas con alquitrán (tar) derivado del petróleo por medio de destilación destructiva. En el siglo IX se llegaron a explotar campos petroleros en el área cercana a Bakú, en Azerbayán, para producir nafta. Estos campos fueron descritos por al-Masudi en el siglo X, y por Marco Polo en el XIII, que calificó a la producción de esos pozos petrolíferos como de cientos de naves. El petróleo también fue destilado por al-Razi en el siglo IX, produciendo compuestos químicos como el queroseno en el alambique. Este producto fue utilizado para la iluminación gracias a la invención paralela de las lámparas de queroseno, dentro de la industria de las lámparas de aceite.
La Revolución industrial generó una necesidad cada vez mayor de energía, la cual se abastecía principalmente de carbón. Por otro lado, se descubrió que el queroseno podía extraerse del petróleo crudo, y que podía utilizarse como combustible. El petróleo comenzó a tener una fuerte demanda, y para el siglo XX se convirtió en una de las principales materias primas del comercio mundial.

En la actualidad se producen unos 75 millones de barriles por día. Algunos analistas conservadores (léase pesimistas) dicen que la producción global de petróleo de todas las fuentes posibles llegará a su punto máximo alrededor del año 2015, con unos 90 millones de barriles, lo que permitirá un modesto aumento en el consumo.
El mundo en general consume 30 billones de barriles (4.8 km3) de petróleo por año, y los mayores consumidores son en su mayoría el grupo de naciones más desarrolladas. De hecho, el 24% del petróleo consumido en el año 2004 se le atribuye a Estados Unidos en su totalidad. La producción, distribución, refino y venta del petróleo tomados éstos como uno solo, representan la industria más grande en términos de valor en dólares en la Tierra.

La mayoría de las comodidades químicas y plásticas de la vida -como mobiliario, productos farmacéuticos y comunicaciones- también dependen del petróleo, algo de lo que pocas veces nos damos cuenta.

 La industria petrolera incluye procesos globales de exploración, extracción, refino, transporte (frecuentemente a través de buques petroleros y oleoductos) y mercadotecnia de productos del petróleo. Los productos de mayor volumen en la industria son combustibles (fueloil) y gasolina. El petróleo es la materia prima de muchos productos químicos incluyendo productos farmacéuticos, disolventes, fertilizantes, pesticidas y plásticos.

Los que son realmente pesimistas quieren que dejemos de usar el petróleo para transporte de inmediato, y utilizarlo para propósitos en los que sea irremplazable.
ASPO indica que la fecha clave no será cuando el petróleo se acabe, sino cuando la producción llegue a su punto máximo, lo que significará que las reservas empezarán a declinar. Y en la organización creen que ese punto cúlmine llegará en el 2010.

El momento de hacer cambios fundamentales está acercándose. E incluso si el petróleo está ahí, lo mejor sería dejarlo tranquilo.
En la actualidad, muchos científicos dicen que, para mediados de este siglo, debemos reducir en al menos un 60% las emisiones de gases que producen el efecto invernadero, para tratar de evitar el cambio climático.




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